Quimérico
Corrí por todo el pasillo, eran pasillos amplios de cuadros negros y blancos, luces tenues, paredes anchas, puertas viejas, llegué a los dormitorios, y al final, había dos puertas, sólo recuerdo una, "paranoid" decía la señal en la puerta, no quise entrar pero estaba medio abierta, me volví y la vi, ¿por qué siempre me perseguía? En eso ella terminó de abrirla y logré ver, eran dos niñas... dos niñas... una sentada en una computadora, la otra en una silla enfrente, ¿qué hacían? las dos tenían la cabeza hacia abajo, al entrar nadie se percató, a pesar de que la habitación no era grande, ni siquiera levantaron la vista, sentí un escalofrío, ¿cómo era posible que no notaran mi presencia? pero... tampoco se movían, no hacían ningún tipo de movimiento, solo parpadeaban...
...Aún así ella se disculpó, y seguimos nuestro camino...
Llegamos a otro extremo del enorme edificio, había un cuarto enorme, con mesas colocadas al centro, en las mesas había ¿muñecas..? si, muñecas de goma, supuse que era para venderlas, seguí paseando por la mesas, en la última agarré una muñeca y apreté su cabeza, si razón alguna, no recuerdo que ella me dijera que lo hiciera, entonces, una mujer se paró detrás de mi, me pellizcó en la cintura mientras me decía: - NO SE TOCA.
Grité, fue muy doloroso.
Ella estaba ahí y le chillé que buscara al encargado... cuando llegó, me dijo que le mostrara, levanté mi camiseta lo más que pude, pero me dijo que no veía nada, me decepcioné, el dolor que sentí fue horrendo, pensé que había dejado algún tipo de marca, aun así, él la miró, me parece que la regañó, ella se enojó y tiró todo lo que había en las mesas... pero nadie hizo nada...
...Escuché la campana, ya era la hora del almuerzo, entonces ella se me acercó, no se quien era, pero siempre me seguía, se colocó frente a mi, me dijo que no había sido nada, y yo quise mostrarle para que viera el dolor por el que había pasado, sostuve mi bandeja con una sola mano, y con mi mano izquierda presioné su ojo izquierdo desde el lagrimal y después completamente, de repente ella empezó a gritar, pude ver como su ojo se inundaba de líquido rojo, me asusté, y ella gritaba ¡¿qué hiciste?! ¡¿Qué hiciste?!
Yo sólo corrí y corrí, ellos me perseguían, seguía corriendo, subí una escalera, las puertas estaban cerradas, pero era fácil abrirlas, así que abrí una y seguí corriendo, bajé una escalera, pero aún podía escucharlos, seguí corriendo por el enorme edificio, abrimos otra puerta, ahora ella estaba conmigo de nuevo, y esta vez después de subir otra escalera, llegué hasta una pequeña habitación, con dos pequeñas camitas, entré, cerré la puerta, ella seguía ahí, y nos sentamos cada una en una cama, a esperar, estuvimos hablando, yo sólo pensaba en la forma de que no me hallaran, pensé apagar la luz de la habitación y ocultarme bajo la cama, sentía como mi corazón palpitaba a cada instante con mayor fuerza, no hice ningún movimiento, de repente llegaron, la ahora agraviada encabezando...
¿Pensaste que no te encontraría?
...Aún así ella se disculpó, y seguimos nuestro camino...
Llegamos a otro extremo del enorme edificio, había un cuarto enorme, con mesas colocadas al centro, en las mesas había ¿muñecas..? si, muñecas de goma, supuse que era para venderlas, seguí paseando por la mesas, en la última agarré una muñeca y apreté su cabeza, si razón alguna, no recuerdo que ella me dijera que lo hiciera, entonces, una mujer se paró detrás de mi, me pellizcó en la cintura mientras me decía: - NO SE TOCA.
Grité, fue muy doloroso.
Ella estaba ahí y le chillé que buscara al encargado... cuando llegó, me dijo que le mostrara, levanté mi camiseta lo más que pude, pero me dijo que no veía nada, me decepcioné, el dolor que sentí fue horrendo, pensé que había dejado algún tipo de marca, aun así, él la miró, me parece que la regañó, ella se enojó y tiró todo lo que había en las mesas... pero nadie hizo nada...
...Escuché la campana, ya era la hora del almuerzo, entonces ella se me acercó, no se quien era, pero siempre me seguía, se colocó frente a mi, me dijo que no había sido nada, y yo quise mostrarle para que viera el dolor por el que había pasado, sostuve mi bandeja con una sola mano, y con mi mano izquierda presioné su ojo izquierdo desde el lagrimal y después completamente, de repente ella empezó a gritar, pude ver como su ojo se inundaba de líquido rojo, me asusté, y ella gritaba ¡¿qué hiciste?! ¡¿Qué hiciste?!
***
Yo sólo corrí y corrí, ellos me perseguían, seguía corriendo, subí una escalera, las puertas estaban cerradas, pero era fácil abrirlas, así que abrí una y seguí corriendo, bajé una escalera, pero aún podía escucharlos, seguí corriendo por el enorme edificio, abrimos otra puerta, ahora ella estaba conmigo de nuevo, y esta vez después de subir otra escalera, llegué hasta una pequeña habitación, con dos pequeñas camitas, entré, cerré la puerta, ella seguía ahí, y nos sentamos cada una en una cama, a esperar, estuvimos hablando, yo sólo pensaba en la forma de que no me hallaran, pensé apagar la luz de la habitación y ocultarme bajo la cama, sentía como mi corazón palpitaba a cada instante con mayor fuerza, no hice ningún movimiento, de repente llegaron, la ahora agraviada encabezando...
¿Pensaste que no te encontraría?



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