Fervor

Me dijo que vendría, yo lo esperé, incluso aunque la lluvia fuese tan fría. 

No podía irme, debía ser hoy.

La lluvia se hacía cada vez más torrencial, pero mis ansias de verlo, eran aún, más fuertes que todo.

Él no llegaba, no quedaba nadie más en el puente que yo.

Ocasionalmente pasaba un transeúnte, me quedaba mirándolos atentamente, dándoles un buen vistazo para verles bien el rostro, con ganas de que fuese él.

Había pasado casi una hora... pero yo no me movería, mis pies se resistían a caminar lejos de allí, lejos de la esperanza, de la ilusión, lejos de mi devoción.

El agua ya había logrado recorrer todo mi cuerpo, y yo ya no sentía frío alguno, sentía fuego por dentro.

Unas diminutas lágrimas saltaron de mis ojos sin darme cuenta, pero solo era porque yo sabía cómo me veían, como una patética, sin amor propio, ni dignidad, sumándole ridícula por estar aquí, esperándolo.

Pero eso es porque nadie entendía, y no tenían razón, nunca la tendrían, nosotros estamos hechos el uno para el otro, me prometió que lo dejaría todo para escaparnos juntos, y en el amor hay que hacer sacrificios, yo ya los hice, nunca van a comprender porque nunca han tenido un amor de verdad, un amor que te quema, un amor real, solo juegan a quererse, nosotros no.

Se escandalizan porque tiene esposa y familia, ¿y eso que? no lo llenan, yo lo lleno, y cuando las cosas no nos hacen felices hay que dejarlas, solo viven de las apariencias y de la hipocresía, nosotros somos libres y sin ataduras. 

- Un minuto más - decía cada minuto...

Recordé que tenía mi celular, y le comencé a marcar, seguro se ha confundido con la hora o el lugar, no hay respuesta, y me comienzo a exasperar, sigo marcando, tengo miedo que le haya pasado algo, de repente algo me toca el hombro, me asusto y se me cae el teléfono, volteo, hay una persona vestida de negro, con la cara tapada, me quedo inmóvil, y le grito que ya vienen por mi, que me deje en paz, no se inmuta, se está acercando lentamente, yo estoy anonadada, mi cuerpo no reacciona, se abalanza contra mí, me tapa la boca y tiene mis manos agarradas a mi espalda.

Me empuja para que camine hacia la orilla del puente, no quiere robarme, no ha tomado el celular cuando se me cayo, y tampoco ha revisado mis bolsillos, y mucho menos mi bolsa, sigue empujándome y ya estoy tan pegada a la barandilla que ya siento como me presiona el vientre, me duelen los brazos, trato de gritar, de resistirme, y siento como está cediendo, me volteo tan rápido como puedo para soltarme completamente, pero no, todo es parte de su plan, trato de alcanzar su cara, y atrapo su máscara, pero me empuja con tanta fuerza que no tengo tiempo de reaccionar, lentamente su disfraz cede, y me quedo de papel, no...no puede ser, no puedo emitir sonido, pero mi atacante lo único que desea es acabar conmigo...

- ¿POR QUÉ LO HACES?, DÉJAME IR, SUÉLTAME - no hay respuesta, y es como si el tiempo estuviera paralizado, sin darme cuenta, ya es muy tarde, y cuando veo sus ojos llenos de odio, se que no queda esperanza, un último empujón y pierdo el equilibrio, y ella grita: ÉL ES MÍO, TÚ TE LO BUSCASTE, MALDITA, OJALÁ TE PUDRAS EN EL INFIERNO.

El agua helada no me deja respirar, la brisa me quema, el agua se cuela en mi boca cuando intento gritar, el puente está vacío, mis piernas no me responden, muevo los brazos, me obligó a moverme, estoy temblando y siento mis párpados muy pesados, trato de mantener los ojos abiertos, pero me siento débil y mas débil, quiero descansar, dejo de mover un poco los brazos, puedo flotar, el alivio es instantáneo, mientras me entrego al descanso veo a mi amado, tiene los brazos abiertos y me pide que lo acompañe, me dice que no me quiere ver sufrir más, que ha venido a buscarme para irnos y ser felices por siempre, con esfuerzo me entrego a sus brazos, su calor me embarga, - sabia que vendrías amor. - cierra los ojos, te tengo una sorpresa - ¿ci...cierro...o mis o...ojo...s? 



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