L谩grimas


Las risas empezaron.

Se tap贸 los o铆dos, uno con cada mano, para no escucharlos; los insultos, los abusos, y los golpes hab铆an sido demasiados, pero los golpes ya no los sent铆a, los insultos los ignoraba y los abusos los olvidaba, pero las risas, las risas era lo que m谩s odiaba, eran como balas, balas que le atravesaban el cuerpo y la her铆an en lo m谩s profundo de su ser. Estaba desesperada, quer铆a correr pero estaba rodeada y no hab铆a salida, suplicaba para s铆, y entonces record贸 -¡Fada! Y grit贸, grit贸 con todas sus fuerzas.

***

Amaba los d铆as lluviosos, las noches oscuras y los cuentos de miedo, ten铆a un diario que era su mejor amigo, y a su abuela enferma, nada m谩s.
Antes de la tragedia de sus padres, hab铆a sido una ni帽a dulce, feliz y extrovertida. Jam谩s volvi贸 a ser la misma; decidi贸 por s铆 sola que no se encari帽ar铆a con nadie para no volver a perderle, y as铆 fue.


Hab铆a iniciado otro a帽o y comenzaba una nueva escuela, no hac铆a nada m谩s que estudiar y eso le gustaba.
Un d铆a la joven m谩s popular de la clase estaba hablando frente a los dem谩s, sobre historia, ella le hizo varias preguntas sobre el tema en cuesti贸n, pero no supo responder ninguna, todos se rieron de ella.
Al final de la clase le susurr贸 al o铆do que lo lamentar铆a.

***

Primero empezaron los rumores sobre cosas inimaginables que ella hac铆a, en la cafeter铆a no la dejaban sentarse, a veces le tiraban la bandeja de comida antes de que pudiera probar alg煤n bocado, un d铆a tomaron uno de sus cuadernos y le arrancaron todas las hojas.
Ir a la escuela era dif铆cil, aguantar los abusos que sufr铆a, y tratar de seguir adelante. A la hora del receso iba al ba帽o, all铆 com铆a su almuerzo, y lloraba, lloraba tanto que a veces los s谩ndwiches estaban empapados, no hablaba con nadie por miedo, y muchas veces se pregunt贸 ¡qu茅 hab铆a hecho mal para estar pasando por todo eso!

Cierto d铆a la escuela ten铆a un paseo y ella se sent铆a emocionada, nunca hab铆a ido a ning煤n sitio, se levant贸 muy temprano y fue la primera en llegar, se sent铆a tan ansiosa que hab铆a tomado tres botellas de agua y ten铆a la cuarta medio vac铆a en sus manos, ahora solo faltaban 10 minutos para que el autob煤s saliera, el viaje tomaba 1 hora y no era posible que pudiera retener el l铆quido por tanto tiempo, calcul贸 que le tomar铆a s贸lo 5 minutos, lleg贸 al ba帽o, cuando termin贸 trat贸 de abrir la puerta, pero no pudo, hizo un segundo intento, nada otra vez, realiz贸 el tercero y nada, entonces llam贸 a ver si alguien la escuchaba, peg贸 sus orejas de la puerta y pudo apreciar una risa, y la voz, la voz de quien tanto le amargaba los d铆as y las noches, - Es mejor que te quedes aqu铆 fen贸meno, ¡nos ibas a arruinar el viaje de todas formas! Parlote贸, mientras los pasos se alejaban.

Se qued贸 sola, las l谩grimas empezaron a brotar de sus ojos como un manantial, no hab铆a ruido, pod铆a escuchar como las gotas se impactaban contra el piso, se qued贸 recostada contra la puerta durante muchas horas, se sent铆a d茅bil, estaba muy hambrienta y sinti贸 que se le cerraban los ojos.

Despert贸 sobresaltada cuando sinti贸 un roce, pero segu铆a en el ba帽o, mir贸 hacia atr谩s y no vio nada, por el rabillo del ojo distingui贸 una lucecita, diminuta como una luci茅rnaga, era un color dorado, muy brillante, -¿qu茅 hace que llores? Escuch贸 en una especie de susurro, se asust贸, ¿qui茅n es? ¿Me vas a ayudar a salir de aqu铆? ¿Qu茅 eres? – ¿Qu茅 hace que llores?, ahora en un tono m谩s claro, se pasm贸 y no supo que contestar, la voz continu贸 – soy Fada, soy una hada, yo te puedo ayudar… ¿Qu茅 hace que llores? – mientras le explicaba al hada, escuch贸 muchas voces, el ruido de un motor, y puertas abri茅ndose, supo que ya hab铆an llegado del paseo, volvi贸 a entristecerse y le pidi贸 a la luz de hada que la sacara. –Me gustan las l谩grimas, me has dado muchas, tienes que prometer que me dar谩s m谩s si quieres que te ayude, - ella tan inocente, le dijo que le dar铆a l谩grimas todos los d铆as, si le permit铆a ser una ni帽a feliz otra vez. Pudo apreciar una risa muy tenue, parec铆a casi una tos, entonces la luz se desvaneci贸 y la puerta se abri贸.

***

La profesora los gui贸 hacia el aula, les dijo que antes de irse deb铆an revisar la lista a ver si todos estaban, cuando mencion贸 el nombre de ella, sinti贸 escalofr铆os, se disculp贸 con los alumnos y les pidi贸 que esperaran 5 minutos mientras ella iba al cuarto de ba帽o.

***

Ella se esfum贸 lo m谩s r谩pido que pudo, deb铆a pasar por el aula, pero no quer铆a que nadie la viera, ¡la profesora! Nadie me har谩 nada si ella se encuentra, pens贸. As铆 que camin贸 con m谩s seguridad, estaba un poco oscuro el pasillo, estaba pasando justo enfrente cuando de repente, tropez贸 con algo y ¡PUF! Cay贸 al suelo, le hab铆an metido el pie, se dio la vuelta para ver quien hab铆a sido, era la misma que la hab铆a encerrado en el ba帽o, cuando se levant贸, todos los ojos fueron hacia ella, estaba rodeada, estaba cansada, ten铆a los ojos hinchados, los sent铆a pesados, se sent铆a mareada por el hambre, sus ropas estabas sucias y estaba totalmente despeinada, entonces las risas empezaron.

Estaba desesperada, quer铆a correr pero estaba rodeada y no hab铆a salida, suplicaba para s铆, y entonces record贸 -¡Fada! Cerr贸 sus ojos Y grit贸, grit贸 con todas sus fuerzas.

***

Abri贸 los ojos y estaba en su cama, ¿Qu茅 hab铆a pasado? No lograba recordar nada, pero de alguna forma se sent铆a aliviada, volvi贸 a cerrar sus ojitos y se entreg贸 a un sue帽o profundo.

***

Todas las luces se apagaron;

Gritaron;

Llamaron a la maestra;

Pero no se escuchaba nada excepto sus propias voces;

Se refugiaron en el aula, todos se colocaron en un extremo del sal贸n y al cabo de unos minutos volvi贸 la luz, la m谩s osada decidi贸 salir y ver que hab铆a pasado con la maestra, asom贸 la cabeza, todo estaba cerrado, y oscuro, la 煤nica luz proven铆a del sal贸n en donde se encontraban ahora, camin贸 unos pocos metros dirigi茅ndose al cuarto de ba帽o, y ¡la vio! Era la maestra, se aproxim贸 a ella, mientras se acercaba vio algo extra帽o y se detuvo, estaba completamente vestida de negro, no ten铆a esa ropa la 煤ltima vez que la vio, - ¿maestra?, no tuvo respuesta, la figura se iba acercando lentamente, ten铆a los ojos y la boca envueltos en la tela, pero se pod铆a apreciar la nariz puntiaguda, de repente la figura emiti贸 el chillido m谩s inquietante que ella hubiera escuchado nunca, sinti贸 un l铆quido caliente muy familiar que se hac铆a paso entre sus piernas, temblaba, comenz贸 a sudar, parpade贸 lentamente, y ah铆 estaba, pudo sentir su repugnante olor, sus manos l谩nguidas, huesudas y 谩speras en su piel, sinti贸 como la nariz la olfateaba, como por instinto us贸 sus manos y la intent贸 apartar… y lo supo… cerr贸 sus ojos por 煤ltima vez…






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