Fragmentos I

Levanté mi cabeza y vi el reflejo de la luz del poste, justo en el centro entre mis cortinas, me volteé para verlo mejor pero ya no lo podía ver, sentí un gran vacío, mis ojos se llenaron de lágrimas agrias, no pude separar mis labios, ¡oh dolor bienvenido seas! ¡Oh nostalgia apoderate de mi! Quizá sí las deseo, se esfumen, como todo en mi vida.

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Eso que siento cuando beso tus labios ¿qué es? Eso que siento cuando estás a mi lado, ni siquiera me tocas, o me hablas, y mi piel se eriza ¿qué es? Eso que siento cuando estoy molesta contigo y sin embargo lo único que quiero es estar junto a ti ¿qué es? Eso que siento cuando se que tenemos que separarnos aunque sea por un corto tiempo y no puedo soportarlo ¿qué es? ¡Aún me haces temblar! ¿Por qué? ¡¡¡No había sentido esto nunca!!! Haces que mi cuerpo vibre y mi corazón se exalte, me gusta cuando me llevas la contraria, cuando haces algo que no espero, cuando haces caso a lo que digo, hasta cuando no...

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Y parecía que estaba sola, sumergida en mis pensamientos, en mis ganas de escribir, incluso en este momento, ya había planificado todo lo que haría, y lo que no.

Siempre había tenido muchas fantasías, pero a cada momento, pensaba en él, no era como antes, pero aún lo hacía.

Me emocionaba mucho pensar en que éramos algo más, no podía imaginarlo, alguien tan... "solitario" ¿Cómo sería alguien así cuando se enamorara? ¿Lo habría hecho ya? ¿Era posible que alguien que ya haya conocido los interminables y misteriosos pasadizos del amor fuera de esa forma? Pero ¿y yo... podría lograr que lo hiciera?

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Me infausto cuándo...

Necesito hablar... te.

No quiero estar toda la noche en vela, pensando... te.

Es en estas noches, las noches de los días, las noches que indican el final, cuando más siento la soledad, cuando más escucho el silencio, cuando más me duele tu vacío, ahí es cuando me doy cuenta que lo único que hago es...

pensar...te,
extrañar...te,
esperar...te

Y el sólo pensar que mi piel, no podrá jamás rozar la tuya, respirar tu aliento, sincronizar nuestras miradas; indefectiblemente mis ojos se cierran.

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Todo tiene una razón.

Al saber que algo está mal, y nos traerá consecuencias, ¿por qué continuamos haciéndolo?

Porque somos masoquistas, nos atrae el sadismo.
Porque está en nuestra sangre.
Porque somos imperfectos.
Porque todavía tenemos una pizca de esperanza de que no salga tan mal.
Porque en el fondo, muy en el fondo, queremos hacer eso que está mal, y ver lo que pasará.

Son algunas de las respuestas que uno puede encontrarse en el camino.

Si alguien te ama, ¿puedes hacer algo tan nocivo, como para que esa persona, deje de hacerlo?

Pero el que ama perdona...

Si, eso quiero creer, que las personas no son malas, el mundo y las circunstancias son las responsables, aunque sintamos la intención de hacer el bien, siempre habrá miles de impedimentos.

Sin embargo al tratar de sumergirnos en la corriente de la vida, seremos arrastrados por la fuerza de sus aguas, por lo suave de su aroma, por lo dulce de su sabor, y entonces, ya después, y sólo después, descubriremos que todo eso era solo una ilusión, una fachada, el más simple y hermoso de los engaños... no obstante... sabrás que todo ha sido en vano.